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Jair y el auto



Eran otros tiempos de Peñarol y del fĂștbol uruguayo. En 1982, Peñarol iba a jugar la en aquel momento la tercera final Intercontinental del ciclo de las que se llamaban Toyota y se jugaban en JapĂłn, contra el Aston Villa.

Toyota regalaba un auto al mejor jugador de la final Intercontinental y generalmente, el premio se repartĂ­a entre todos los jugadores del cuadro ganador, como sĂ­mbolo de unidad grupal, salvo que el brasilero Jair dijo antes del partido... -"Si eu ganho um carro, es para meu… Si no ganho ningum, no quiero dinhero…"


¿Para que lo dijo? El gran Hugo Bagnulo se agarrĂł flor de calentura e interrumpiĂł a los gritos... -"¡QuĂ© carajo vender la piel del oso antes de cazarlo! ¡No jodan! Vamos a hablar del partido que es lo Ășnico que nos importa. Si no ganamos no hay auto, ni plata, ni gloria, ni nada. Y todo lo hecho hasta ahora no sirviĂł de nada...".

Todos sabĂ­an que cuando Bagnulo se enojaba era en serio y si alguno no estaba de acuerdo y querĂ­a discutirlo de otra forma, a pesar de los 68 años que tenĂ­a, se remangaba y largaba a las piñas, contra quien fuera. Todos hicieron silencio. Ya mĂĄs calmo, la Ășnica instrucciĂłn que impartiĂł, breve y concreta, fue para Olivera y GutiĂ©rrez...


-"Muchachos, van a tener enfrente a un gigante. Una topadora de dos metros que cabecea todas las pelotas que le llegan por aire. Por abajo no sabe nada. Se me le cuelgan de todos lados... ¿Saben, no? De todos lados. No puede cabecear una sola pelota... ¿Tamo? Y ahora se van a dormir la siesta y no jodan con el auto...".


Quiso el destino que Peñarol ganó 2-0 y el auto se lo adjudicaron a Jair, lo cual generó un quilombo que quedó para la historia.







Fuente Consultadas:  Tenfield